—Este Mar Profundo... ¿Cómo se llega ahí? —preguntó Anon con una expresión curiosa.
—Bueno, maestro... Hay dos maneras de entrar al Mar Profundo. La primera es separar tu alma de tu cuerpo, justo como lo hice yo —habló Égida.
—Sí, deja esa... Háblame de la otra o alguien me atrapará y torturará como a tu alma... espera, ¿Por qué torturaron tu alma en primer lugar? —preguntó Anon con una expresión confusa.
—J-Jaja, eso no e-es importante maestro. Permíteme decirte otra manera de entrar al Mar Profundo —habló Égida intentando esquivar el tema.
—Dime Égida... ¿Por qué torturaron tu alma o te voy a torturar yo? —preguntó Anon con una expresión seria.
—F-Fui capturado por algunos #&@# y me torturaron por ₹@&₹ —habló Égida, haciendo algunas de sus palabras incomprensibles a propósito.
—Habla correctamente, Égida... —Anon gritó en voz alta.