Anón está descansando dentro de su habitación y mirando la caja que Mike le dio.
De repente, una voz resonó dentro de su cabeza.
—Maestro, Umm... ¿Puedes oírme? —era la voz de Sephie.
—Hola, Luv. ¿Cómo has estado? —preguntó Anón con una sonrisa.
—Estoy realmente bien, Maestro. ¿Y tú... Estás bien allí abajo? —preguntó Sephie.
—Oh, estoy perfectamente bien, Luv. Supongo que recibiste el regalo que te envié, ¿verdad? —preguntó Anón.
Laboratorio de Sephie...
Sephie está sentada justo frente al cristal, mientras el cristal flota sobre el suelo. No hay nadie más dentro de la habitación.
—No logro entender esto, maestro, pero hay algo en este cristal que no se siente bien —habló Sephie.
—¿Por qué? ¿Hay algo que te preocupa del cristal? —preguntó Anón.
*Boop*
De repente, un sonido muy tenue vino del cristal.
Sephie inmediatamente agarró un bolígrafo y un cuaderno de su mesa cercana y comenzó a escribir algo en el cuaderno.