—Vale, no puedo hacer esto... Lo siento, señor —Mari habló mientras se levantaba inmediatamente del regazo de Anon y nadaba fuera del barco.
—S-S-Señor Anon, por favor, perdónala por lo que hizo —Sif habló mientras rogaba inmediatamente por perdón.
—Hmm... Parece que nuestro trato no está funcionando, ¿Neridia? —Anon preguntó a Neridia con una sonrisa.
—I-Intentaré... —Antes de que pudiera completar su frase, Anon la interrumpió.
—Bueno, parece que es hora de que me vaya —Anon habló mientras se levantaba de su posición.
—Espera, T-Tú la conseguirás. Lo prometo... —Neridia habló con una expresión de enojo.
—Bien... Así es como mantienes tu trato —Anon habló con una sonrisa mientras se sentaba una vez más.
—Estoy manteniendo mi trato, ¿y tú? ¿Cuándo vas a matar a Égida? —Neridia preguntó.
—Bueno, es un monstruo fuerte de vencer... Se necesita tiempo para vencer a alguien tan poderoso —Anon mintió tan bellamente, que cada palabra que salía de su boca parecía tan real.