—E-Esto es el... segundo piso, M-Maestro, y Annnh~ Tiene... Annnnh~ 30 habitaciones, Annnnnnnh~ —No.300 habló mientras le mostraba la casa a Anon, mientras él introducía dos de sus dedos en el coño de No.300 sin pausas.
—Hmm... Bien, bien —Anon habló mientras hacía un gancho con sus dedos y presionaba contra el punto G de No.300.
—Annnnnnhhhhhhhhh~ Maestro, yo-yo estoy viniéndome —Antes de que No.300 pudiera completar su frase, Anon detuvo sus dedos y comenzó a manosear sus pechos en su lugar.
«El Maestro es tan provocador... Está jugueteando con mi coño con sus dedos y cuando estoy a punto de venirme... Se detiene. Este castigo es demasiado duro para mí... Solo quiero saltar sobre él y que mi coño sea follado por su pene» —pensó No.300 mientras el preseminal comenzó a gotear de su coño, pero ella no sabía que Anon también podía escuchar sus pensamientos.
