Keat se acercó a Lyra y le agarró el mentón lentamente.
—Recordaré tu rostro en el más allá, bastardo, y volveré por mi venganza —dijo Lyra con una expresión de odio en su rostro.
—¿En serio? ¿Estás escuchándote a ti misma en este momento? ¿Finalmente perdiste la cabeza por el miedo a la muerte? —preguntó Keat con una sonrisa.
—Nos veremos en el infierno... —respondió Lyra.
—No vas a ir a ningún lugar, perra. No tan rápido. La muerte es un manjar que no pienso darte tan pronto —respondió Keat mientras sonreía malévolamente.
—¿Q-Qué quieres decir? —preguntó Lyra con la voz confundida y asustada.