Hace 5 minutos...
—Pasos Demoníacos... —Remil activó su hechizo, fijó la vista en la puerta de salida y comenzó a correr con cada hilo de fuerza que le quedaba en el cuerpo.
En cuanto Remil salió de la habitación, se dio la vuelta y notó que nadie la seguía. Una sonrisa apareció en su rostro mientras empezaba a celebrar su libertad.
—Jaja... Toma eso, idiota. No entiendo a los dioses demonio. ¿Por qué escogerían a alguien tan patético para ser el "Elegido"? Y encima un humano —Remil habló mientras seguía huyendo.
—Es hora de activar la habilidad de sigilo... —Antes de que Remil pudiera completar su frase, comenzó a sentir un dolor inmenso en ambas piernas y se estrelló contra el suelo.
—¿Q-Qué está pasando? —Remil habló mientras perdía la conciencia.
Después de 5 minutos, Remil abrió los ojos una vez más y vio la cara de Anon justo enfrente de ella...
—Hola, Luv. ¿Estás bien? —Anon preguntó con una sonrisa en su rostro.