—Entonces, ¿cómo hago para que controle su sed de sangre? —preguntó Anon.
—No puedes por ahora... Recordaré no tocarla de ahora en adelante —habló Adeline.
—¿Y si te ve al despertar? ¿No se alterará recordando este evento? —preguntó Chico.
—Sí, buena pregunta Chico —habló Anon.
—Gracias, Mi Señor —respondió Chico.
—No, no recordará esto después de despertar. Verás, ella entró en una Sobrecarga justo ahora, es como lo que hacen los humanos con esa droga élfica... No puedo recordar su nombre —habló Adeline mientras intentaba pensar en algo.
—Quieres decir... ¿Sobrecarga? —habló Anon.