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—J-Jessica... No puede ser... Te vendí a un traficante de esclavos. ¿Cómo puedes ser libre? —preguntó Fiona con expresión confundida y sorprendida.
—Todavía soy una esclava, perra. Supongo que mi amo quiere que recupere mi reino otra vez —habló Jessica mientras miraba a Anon y sonreía con malicia.
—¿Él es tu amo? Pero el traficante de esclavos dijo que te compró un chico estúpido —preguntó Fiona con expresión confundida.
—Cállate de una puta vez. Te gusta proponer tratos, ¿eh...? Deja que te proponga uno también. O me haces Reina de este reino mañana por la mañana y salvas tu virginidad o mi amo te folla hasta que tu mente se quiebre y entonces me haces Reina del reino. Así que elige —habló Jessica, mientras miraba fijamente a los ojos de Fiona.
Anon en el otro lado estaba ocupado con Fe y su hija, le quitó la ropa a Elena y se folló a Fe al mismo tiempo.
