—¿Qué acabas de decir, Compañero? —preguntó Anon mientras se acercaba al asesino.
—Y-Yo dije... Eres un jodido —antes de que el asesino pudiera decir algo más, sintió la hoz de Anon tocando su barbilla.
—Hmm... ¿Por qué te detuviste? ¿No querías continuar? —Anon preguntó con una sonrisa.
El asesino no dijo nada, simplemente se quedó allí sin moverse un ápice de su lugar.
—Bien. Ahora, vamos a empezar el juego de Vida y Muerte, lo llamo 'El último en Pie'. Es un juego muy fácil. Hay un total de 11 asesinos, una Reina, un hombre al azar y una chica aquí en esta sala. Ahora, iré a sentarme frente a esa puerta y encenderé un cigarro... Antes de que mi cigarro se acabe... quiero que uno de los asesinos esté muerto. No me importa quién lo mate, pero quiero que esté muerto. Así que, Señoras y Señores... Comencemos este juego. —Anon habló mientras colocaba una silla cerca de la puerta de salida y se sentaba. Encendió su cigarro y comenzó a dar caladas. *Fumada-Fumada*