—Sí, tienes razón... Las bragas White Laced son simplemente geniales y en cuanto al olor... Me preguntaba por qué puedo oler sus dulces partes a través de ellas tan fácilmente. Estoy muy agradecido contigo por hacerlas —Anon habló mientras sonreía como un pervertido.
—Oh, no te preocupes querido. Tengo más ropa pervertida de su talla... ¿Solo tienes esta moneda o tienes más dinero para gastar en ella? —Keet preguntó con una sonrisa codiciosa.
—Tengo suficiente para comprar esta tienda mil veces. Solo muéstrame las cosas... —Anon dijo mientras sacaba una bolsa llena de monedas de platino en sus manos y la lanzaba a Keet.
—Dios mío... Te daré la mejor ropa jamás hecha en este mundo entero... No te preocupes, Joven. Tienes dinero y tienes a nuestro comandante jefe como tu novia... No creo que necesites nada más por los próximos 600 años —Keet habló mientras ella y Anon comenzaron a reír juntos.
De repente, Fe se acercó a ellos con un top rosa en sus manos y preguntó: