—¿Qué quieres decir con eso? —preguntó Fe con una expresión de confusión.
—A lo que me refiero es... Tienes que mostrarme tu lealtad y para hacer eso, tienes que convertirte en mi esclava —habló Anon mientras miraba a Fe con una sonrisa.
—Pero, ya lo dije. Soy tu perra. Solo fóllame... —habló Fe.
—Sí, no. O aceptas convertirte en mi esclava o me voy de esta habitación —habló Anon.
—Pero no quiero llevar un collar de esclavo y si- —antes de que Fe pudiera haber completado su frase Anon la interrumpió.
—No tienes que llevar un collar, luv. Solo tienes que aceptarme como tu maestro de corazón y convertirte en mi cubeta de semen —habló Anon.
—Espera, cuando dices cubeta de semen... ¿Quieres decir, eso? —preguntó Fe con una expresión sospechosa.