—Hmm...? Ya es de mañana —Anon se despertó con la No. 300 aún durmiendo desnuda a su lado en la cama.
*Toc-toc-Toc*
—De repente, se escuchó un golpe en la puerta.
—Adelante —dijo Anon.
*Crujido*
—La puerta se abrió y Lucy entró en la habitación con una bandeja llena de galletas y bebidas calientes en sus manos.
—Buenos días, Maestro. Le traje algo de comer —dijo Lucy mientras colocaba la bandeja cerca de la cama de Anon y comenzaba a salir.
—Pero justo cuando estaba a punto de salir de la habitación, un sonido vino desde atrás.
*Tic-Tac*
—El sonido del tic tac del reloj congeló los movimientos de Lucy y tornó sus ojos de un grisáceo.
—Hmm. Aún funciona. Así que, obtener este increíble reloj no fue un sueño —Anon habló con una sonrisa siniestra mientras miraba el reloj de la corrupción y luego a Lucy.
—Vas a volver y besarme en los labios —Anon dijo mientras cerraba el reloj de la corrupción.