Después de completar todos sus partidos, Anon regresó al castillo con Fiona.
—Entonces, Sr. Jule. ¿Qué está haciendo hoy? Si está libre, quizás puede... —Antes de que Fiona pudiera terminar su frase, Anon la interrumpió.
—Tengo cosas que hacer. No estoy libre —Anon habló mientras se apresuraba a entrar al castillo y comenzaba a caminar hacia su habitación.
—¿Acaba de cancelar mi invitación a cenar... sin siquiera escucharla? —Se preguntó Fiona, mientras veía a Anon alejarse.
—Sí, Señora —María habló mientras se inclinaba ante Fiona.
—No te preguntaba a ti, María... —Habló Fiona.
—Lo siento, Su Alteza. Pensé que me estaba preguntando —Respondió María.
«Este bastardo se atrevió a ignorar mi invitación y dos veces encima. Voy a matarlo de la mejor manera posible» Pensó Fiona mientras empezaba a caminar hacia su propia habitación con María.