En cuanto Anon movió la caja de su posición, descubrió una gran puerta metálica oculta detrás del cañón lanzamisiles.
—Si recuerdo bien, esta cueva solía ser mucho más grande de lo que es ahora... Había una gran puerta metálica al frente que conducía a una sala muy espaciosa con varios instrumentos y productos químicos —explicó Fe mientras tocaba ligeramente el lanzamisiles.
—No termina aquí —dijo Anon.
—¿A qué te refieres? —preguntó Fe.
—Ven, mira esto —Anon señaló la puerta metálica.
Curiosa, Fe se acercó a la puerta y la observó de cerca.
—Oh, tienes razón... Esta es la puerta. Si recuerdo bien, conduce a la sala que acabo de describirte. Pero para abrir esta puerta, tenemos que quitar el cañón de aquí, y no creo que los dos seamos suficientes para moverlo siquiera. Está fijado en su lugar, ¿ves su base? —Fe señaló el fondo del cañón.
