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—Señor Jule, ¿qué está haciendo? ¿Y si el misil nos apunta? Ni siquiera podemos detenerlos —comenzó a decir Fe, pero antes de que pudiera terminar su frase, escucharon otro sonido.
—Señor Jule, es un misil —dijo Fe, señalando la amenaza entrante.
"'No puedo sentir que se acerquen hacia mí. Están funcionando más allá de la magia... Son peligrosos,' pensó Anon mientras se levantaba."
—Señor Jule, ¿qué está haciendo? Tenemos que correr. Esa cosa nos matará —suplicó Fe.
—Vaya, vaya... Solo la carcasa de estos misiles es de Travertino puro. El polvo explosivo que tienen adentro es el mismo —explicó Anon antes de cerrar los ojos.
—Señor Jule, por favor, tenemos que —la frase de Fe fue interrumpida cuando un aura blanca envolvió el cuerpo de Anon.
—Ay, ay... Quiero conocer a la persona que inventó estas malditas cosas —dijo Anon con una sonrisa, observando los cuatro misiles que se acercaban a él.