Julia y Fe estaban fuera de la habitación, manteniendo una conversación.
—Entonces, ¿qué hacemos ahora? Ella está dentro de una jaula mágica. Tú puedes entrar cuando quieras, pero no puedes salir. Eso significa que atraerla hacia afuera no es una opción. ¿Qué deberíamos hacer ahora? —preguntó Julia mientras miraba a Fe.
—Bueno, esto solo nos deja dos opciones. O deshacemos toda la habitación con magia o vamos todos con todo lo que tenemos ahora mismo —dijo Fe.
—No, no podemos deshacer la habitación. Si la deshacemos, nunca sabremos los efectos de esa droga. Si esa droga empezara a esparcirse por el reino, destruiría todo. Nos convertiríamos en monstruos de la noche a la mañana —habló inmediatamente Julia.
—Bueno, ¿por qué no vamos primero y los observamos si están atrapados dentro de una jaula...? —la voz de Anon resonó desde atrás.
Tanto Julia como Fe se giraron para mirar a Anon.
—Sr. Jule, ¿nos está espiando? —preguntó Fe con una expresión de sorpresa.