—Entonces, básicamente, su hija está dentro de esa habitación con exactamente tres de sus amigos, dos de los cuales son hombres y una es mujer, y están matando brutalmente a cualquiera que entre en esa habitación, ¿verdad? —preguntó Fe al señor Freeman.
—Sí, y también se los está comiendo —respondió el señor Freeman.
—Bueno, su hija se ha ahorrado dinero en comida. Quiero decir, eso es algo bueno, ¿no es así? —Anon habló con una sonrisa en su rostro mientras encendía su cigarro y le daba una calada.
Todos dentro de la habitación miraron a Anon de inmediato con expresiones muy serias.
—¿Qué? —Anon preguntó con una expresión confundida.
—Señor Jule, no haga bromas sobre eso —Fe habló mientras miraba a Anon.
—Solo estaba tratando de aligerar el ambiente —Anon respondió mientras seguía fumando su cigarro.
De repente, Julia y sus soldados entraron en la habitación.
—Entonces, ¿están al tanto de las circunstancias ahora? —preguntó Julia.
—Lo estamos —respondió Fe.