—Hmm... ¿Dónde estoy? —preguntó Ian al abrir los ojos.
Se despertó y miró alrededor de la habitación... Ian sabía que estaba en la habitación de Jule.
—¿Qué hago aquí? —Ian se cuestionó a sí mismo mientras se levantaba y miraba hacia la puerta de salida de la habitación.
Inmediatamente se dirigió hacia la puerta y la abrió.
Tan pronto como entró en el salón principal... notó algo extraño.
Anon se estaba follando a Hillary en la mesa del comedor y la estaba taladrando fuertemente, ella estaba clavada en la mesa del comedor por las manos de Anon.
—Oh, sí, sí, sí... Maestro... fóllame como a una perra sucia. Hazme venirme —gritó Hillary en voz alta al sentir la polla de Anon golpeando la pared más interna de su útero.
La estaba follando como una bestia... sus dos piernas estaban en el aire y sentía el placer supremo de ser follada como un juguete por Anon.
—Anhhhh~ Sí, sí, sí —Hillary gimió aún más alto cuando vio a Ian acercándose a ellos con una expresión confundida.