—Te mataré. Hijo de puta —Ian gritó mientras corría hacia Anon con su espada.
—No, no vas a hacer nada —Anon pensó mientras empujaba a Moon lejos de su pene y se levantaba.
Tan pronto como Ian se acercó, Anon lo golpeó fuertemente en sus entrañas.
—Gaahhh— —Ian gritó mientras caía inmediatamente al suelo y espuma blanca salía de su boca.
Estaba consciente y estaba vivo, pero no podía moverse porque su cuerpo no le permitía hacerlo.
—Así que, Papá... déjame conseguirte un asiento, desde donde puedas ver a tu propia hija y a tu dulce esposa ser folladas por mí —Anon dijo mientras sonreía a Ian.
—Hillary Luv, tráeme una silla —Anon ordenó.
—Sí, maestro —Hillary inmediatamente fue a la otra habitación y trajo de vuelta una silla de madera.
Anon levantó su cuerpo del suelo y lo colocó en la silla.
Después de eso, invocó una cuerda de su inventario y ató a Ian a la silla.
—N-No... por favor... no hagas esto. No puedo ver esto —Ian habló con voz quebrada.