—Estás en celo, mamá. Tus bragas están húmedas y hace poco te estabas frotando el coño —Anon miró a Hillary y habló con un tono muy seductor.
—Y-Yo no hice algo así... Jule y yo creo que deberías volver a tu habitación, ahora —Hillary habló mientras su temperatura corporal seguía subiendo.
—Mira esto, mamá... tu olor femenino me ha hecho esto —Anon dijo mientras sacaba su pene de sus pantalones.
Su pene tocó el vientre de Hillary y golpeó en su matriz.
—J-Jule... Por favor, guárdalo. Soy tu madre. Esto no es apropiado para nosotros. Ve a tu habitación —Hillary dijo mientras intentaba hacer una cara de enojada.
—Bien, iré después de esto —Anon dijo mientras deslizaba su mano en el coño de Hillary y frotaba su clítoris con extrema velocidad.
Antes de que Hillary pudiera pensar en algo más... Se vino y se vino tan fuerte que la mitad de las sábanas quedaron húmedas y empapadas.
Sus ojos se revolcaron debido a este orgasmo y se olvidó de que su hijo le estaba haciendo esto.