Rel se levantó de su banco y empezó a seguir a Anon.
Ambos se dirigieron al techo de la academia.
—E-Entonces... ¿cómo dijiste que te llamabas? —preguntó Rel con la cara roja.
—Hmm... Soy Jule. También puedes llamarme Cariño —dijo Anon mientras se acercaba a Rel.
Él la miró a los ojos.
—T-Tus ojos, son hipnotizadores... —dijo Rel.
—¿En serio? —preguntó Anon con una sonrisa.
—S-Sí... No he visto ojos como los tuyos —dijo Rel mientras bajaba la mirada avergonzada.
—Oh, querida... ¿no serás un encanto? Halagándome, zorra astuta —dijo Anon mientras tocaba ligeramente sus mejillas hinchadas.
«Yay... Él tocó mis mejillas. Un chico acaba de tocar mis mejillas, ¿cómo logré llamar su atención?», pensó Rel en su mente mientras sonreía un poco.
—Bueno, ¿empezamos a comer ya que solo quedan 10 minutos hasta que termine la hora del almuerzo? —dijo Anon mientras se sentaba en el techo.
—S-Sí... —Rel también se sentó junto a Anon.
—Como dije, no traje almuerzo —le recordó Anon a Rel.