Toc-toc-toc
Se oyó un golpe en la puerta.
Hillary se levantó de la silla y abrió la puerta.
Tan pronto como abrió la puerta, notó que el que estaba allí no era otro que el propio Jule.
—Oh, cariño. Ya volviste. Ven, ven... —Invitó a Anon a entrar, pero en cuanto Anon entró en la habitación, el olor que desprendía su cuerpo entró en las fosas nasales de Hillary.
—Entonces, mamá. ¿Qué hay para cenar? —Anon preguntó sabiendo inmediatamente que Hillary había notado el olor de otra mujer.
—Ah, nada. Hice sopa normal y arroz... Ve a cambiarte, serviré la cena en cuanto llegue tu padre y tu hermana. —Hillary dijo mientras se dirigía directamente a la cocina.
—Jeje... Huelo celos. —Anon murmuró en voz baja mientras se dirigía a su habitación.
En la cocina...
Hillary está cortando verduras a un ritmo muy rápido, y está sumida en sus pensamientos...
'Él dijo que no tenía novias... ¿Por qué mintió? No, ayer no tenía olor a mujer... ¿La habrá conocido hoy?