—Entonces está decidido —dijo con autoridad—. Nos enfrentaremos a los zombis nuevamente, y esta vez será aún más duro. Prepárense todos, porque esta vez no puedo garantizar que alguien en esta sala regrese ileso.
—Despídanse adecuadamente de sus familiares, si creen que no podrán regresar esta vez.
—Derein y yo intentaremos contactar al caballero enmascarado. El resto de ustedes, reúnan a sus soldados y prepárense. Nos encontraremos cerca de las afueras en 10 minutos. Gracias, damas y caballeros. Me retiro ahora. La voz autoritaria de Arturo resonó mientras él y Derein salían de la sala.
Arturo caminaba por el pasillo, con Derein a su lado.
—¿Tienes una manera de contactarlo? —preguntó Arturo con una expresión triste.
—Sí, la tengo —respondió Derein, con una expresión neutral.
—Entonces, ¿lo vas a llamar? Algo parece raro en tu expresión —Arturo insistió.