—No maten demasiados; quiero a la mayoría vivos. Después de todo, también quiero hacer algunos experimentos con ellos —instruyó Anon a Mike.
—Entiendo, Maestro. Intentaré minimizar las bajas y capturar tantos como sea posible —respondió Mike obedientemente.
—Maestro, alguien acaba de salir del laboratorio. ¿Deberíamos matarlo? Es un vampiro, y nos amenaza mostrando sus colmillos. También hay un chico con él —informó el No.300 a Anon a través de su conexión psíquica.
—Espera, No.300. No lo mates. Solo dile que estás conmigo; eso debería disuadir cualquier conflicto innecesario —respondió Anon.
—Sí, Maestro.
—¿Está todo bien, señor? —preguntó Mike.
—Nada de qué preocuparse. Simplemente olvidamos informar a ese sujeto sobre el ejército de ogros que está justo encima de nosotros —respondió Anon despreocupadamente.
—¿Lo mataron? —preguntó Mike.