Grok y la Reina Derein intercambiaron miradas, su preocupación compartida palpable. Derein expresó su inquietud, su tono teñido de cautela.
—Descansad tranquilo, no permitiremos que encontréis vuestro fin tan fácilmente. Mis fuerzas y yo flanquearemos al enemigo desde estos ángulos. Nuestras reservas se evitarán el enfrentamiento directo, enfocándose en cambio en la evacuación y en la provisión de la mejor magia curativa y pociones para nuestros camaradas heridos.
Arturo agradeció la oferta con gratitud, extendiendo su mano en un gesto de camaradería.
—Vuestro compromiso es encomiable, Reina Derein. Mis sanadores y alquimistas están a vuestra disposición. Utilizad sus habilidades como creáis conveniente.