Dos horas hasta la inminente invasión zombi...
Más allá del primer anillo, se desplegaba un espectáculo formidable. Más de un millón de soldados se encontraban en formación resuelta, una fuerza formidable reunida en el campo abierto. La atmósfera crepitaba con anticipación, nubes oscuras girando sobre ellos, como si el mismo cielo se estuviera preparando para la tormenta inminente. El aire estaba espeso con un sentido inminente de condenación, el silencio interrumpido solo por el distante retumbar del trueno. La lluvia estaba al borde de desatar su furia sobre la tierra, mientras intermitentes destellos de relámpagos bailaban amenazadoramente dentro del torbellino en tormenta.