—Ahí está, la costa del segundo continente, Eldoria —exclamó Luna, su voz llena de emoción, mientras las brillantes luces iluminaban la orilla.
—Bueno, parece que aquí te bajas, ¿eh? —comentó Anon casualmente, sonriendo un poco.
—Sí —respondió Luna, con un atisbo de tristeza en sus ojos.
—¿Te preocupa algo, Luv? —preguntó Anon con una expresión confusa en su rostro.
—N-No. ¿Por qué lo preguntas? —respondió Luna, su voz revelando sus verdaderas emociones.
—Pareces un poco decaída —insistió Anon al mirar a Luna.
—No, no lo estoy. Déjalo —replicó Luna bruscamente, negando rotundamente cualquier tristeza.
[¿Por qué me siento así? Es una mezcla de tristeza y emoción. ¿Qué es lo que realmente deseo?] Luna reflexionó en silencio.
—Quizás sea amor, y deseas tener sexo conmigo —bromeó Anon, habiendo escuchado todo lo que pasaba en la mente de Luna.