—Según nuestras fuentes confiables, todos los hogares están al tanto del niño prodigio. Sin embargo, algunos han ideado métodos únicos para reclutarlo —explicó Shelly.
—¿Qué tipo de 'métodos diferentes' estamos hablando? —preguntó Marinda, vistiéndose y dirigiéndose hacia la mesa del comedor.
—El líder de la Casa Marcial ha declarado su intención de hacerlo su yerno. Planean tener una ceremonia de compromiso mañana por la mañana —aclaró Shelly.
—Ja, la Casa Marcial. Son unos tontos de mente cerrada, casando a su hija con un plebeyo. Esa sería mi última opción para reclutar a un plebeyo, especialmente a un hombre —se rió Marinda.
—Señora, ese chico ha roto el récord de lanzamiento de jabalina del reino y ha demolido sin esfuerzo al muñeco inmortal en las pruebas de principiantes —informó Shelly.
—Mhm... Shelly, quiero a este niño en nuestra casa. Ninguna otra casa lo tendrá —ordenó Marinda con autoridad.