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—Jajaja... oh... Muajajajaj —se escuchó un sonido muy fuerte de risa procedente de la sala del dios demonio de Condenación.
—Eh, ¿qué está pasando aquí, chicos? —Un par de ojos naranjas entraron en la sala mientras preguntaba a los demás por qué se reían.
—Cuéntale, hermano Terror, sobre tu bendición... ahhahaahaha. Díselo Fremus. Jajajaja... —El chico de ojos morados se reía a carcajadas mientras se burlaba de Fremus.
—No te rías, Gregorio. Esta es mi última advertencia —Fremus dijo en un tono muy enojado.
—O-Okay... como digas, hermano, me quedaré callado y Jajajajajajajajah... lo siento, simplemente no puedo jajaja —Gregorio reía como un maniaco.
—¿Qué está pasando? ¿Alguien puede explicar? —preguntó Terror.
—Julia, explícale al hermano Terror... jajajajajaj —Gregorio dijo mientras miraba el par de ojos rosados brillando intensamente en la oscuridad.
