Después de que Robert recobró el sentido... se enfrentó a la furiosa figura de Mike.
—Tú... perra maldita muere —dijo Mike mientras apuñalaba a Robert hasta la muerte.
*Ahhhhhhhhhh*
Después de que terminó la batalla, Anon se sentó en una silla cercana y miró al cielo.
El sol estaba saliendo del horizonte y esparciendo su luz por toda la ciudad.
—Es hora de volver —dijo Anon mientras llamaba a su cuervo de tres ojos.
—Maestro, usted me ha ayudado a tomar mi venganza. Juro mi lealtad a usted con mi nombre Mikelson —dijo Mike mientras se arrodillaba y clavaba sus dos dagas en el suelo.
—Bien. Vamos —dijo Anon mientras montaba en su cuervo.
—Espera, ¿y mis otros hermanos...? —Frank preguntó con una expresión preocupada.
—Eh… no tengo ganas de matarlos hoy. Lo haré otro día, mientras tanto puedes contarles cómo tu compañero mató a tu padre y mantenerlos a raya —dijo Anon mientras dejaba el lugar de inmediato.
—¿Qué...? —preguntó Frank confundido mientras miraba a Anon alejarse.
