—Maestro, en la entrada del séptimo anillo hay artillería tripulada situada en la cima de la muralla —Bituk gritó desde el suelo mientras se acercaban a la entrada del séptimo anillo.
Tan pronto como Anon escuchó esto, una sonrisa apareció en su rostro detrás de la máscara.
—Es hora de probar esa habilidad —dijo mientras le daba una palmada al cuervo de tres ojos indicándole que se moviera más rápido.
El cuervo empezó a volar a toda velocidad y llegó cerca de la entrada de la séptima puerta.
Anon vio a muchos soldados apuntando su artillería hacia él.
—No sé quién eres ni por qué estás cargando hacia el séptimo anillo, pero debes retroceder ahora si quieres salir de este lugar en una sola pieza —un soldado de unos 45 años dijo, mientras se paraba frente a Anon con su pecho inflado como un comandante del ejército.
—¿Quién eres tú? —preguntó Anon.
—Soy el decimocuarto comandante general del ejército del rey que protege esta puerta día y noche, mi nombre es Kole.