Wolfe atrapó la pluma y la guardó en su bolsillo para mantenerla segura mientras esperaban para ver qué estaba pasando afuera. La campana todavía sonaba cada quince segundos, y el sonido de botas blindadas se oía claramente a través de los pasillos del castillo.
Algo grande estaba sucediendo, y Wolfe no podía estar seguro de qué era mientras estaban atrapados en una sala de espera.
Pero por otro lado, salir distraería a los guardias, los expondría al peligro y posiblemente causaría aún más problemas ya que nadie sabía quiénes eran aquí.
Entonces comenzaron los sonidos de trompetas, un sonido inquietante que resonaba a través de la piedra del edificio, como si la magia del cuerno estuviera llamando a la propia tierra.
—Necesitamos salir de aquí al demonio —Dana y Rail anunciaron al mismo tiempo.
—¿Qué es? ¿Reconoces ese cuerno? —preguntó Wolfe.