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Renovar La Guarida cambió por completo el estado de ánimo de las Brujas que se habían reunido con Wolfe en los Yermos. Todos estaban visiblemente más felices y relajados, y él podía notar que comenzaban a sentirse realmente como en casa aquí, no como refugiados esperando que fuera seguro regresar a su ciudad natal.
Claro, La Guarida estaba subterránea, pero la mayoría de ellos había crecido como Wolfe, en una Ciudad Fortaleza sin luz natural en ningún sitio, incluso en los niveles superiores donde podría haberse visto si hubiera ventanas. Estar dentro de La Guarida no era nada nuevo para ellos, y en comparación con los pisos en los que habían crecido, esto era positivamente un lujo.
El crecimiento de los Jardines durante el curso del día mientras Wolfe trabajaba en los aspectos visuales de La Guarida había mejorado enormemente sus opciones de desayuno, que ahora volvían a las opciones más familiares de casa, pero con pequeños giros debido a la disponibilidad limitada.
