Mientras Cook llevaba a sus ayudantes de vuelta al lado de la cocina del comedor, las brujas y soldados conmocionados comenzaron a discutir los eventos del día.
Ver a la Inquisición arrestar y quitar la habilidad mágica a un miembro de la familia de un líder del aquelarre no era algo que sucediera más de una vez por generación.
Reiko lo estaba pasando mal, y aun con el consuelo de los demás, estaba al borde de las lágrimas.
—Esa era mi segunda hermana. El medallón que llevaba pertenecía al sucesor nombrado de la familia. Mi hermana mayor no se lo había quitado desde el día que su magia despertó —Reiko susurró mientras Wolfe se sentaba a su lado.
Wolfe simplemente la abrazaba mientras ella procesaba lo que quería decir hasta que, finalmente, su resolución se endureció, y Reiko comenzó a hablar.
