Michael no estaba seguro de si Tiara podía pensar con claridad en su estado actual. La batalla había consumido su racionalidad, y pasaría un tiempo antes de que el efecto del Tigre Silvareano se disipara.
—Debería esperar a que esté un poco más calmada. No hay manera de que pueda preguntarle sobre su hermano en estas condiciones —la miró, cubierta de sangre, intestinos y partes de cuerpos. El brillo salvaje en sus ojos era suficiente para decirle a Michael que tenía que esperar.
Pero eso no significaba que tuviera que posponer hacerle preguntas a Caesus también. Michael podía decir que Caesus, el ex príncipe de los Colmillo de Plata Tigrefolk, estaba lejos de ser tímido.