—Queridas damas y caballeros, bienvenidos a la Academia Divina en este precioso planeta mío. Mi nombre es Alizer Waymur, y soy su encantador director —una voz potente resonó por todo el masivo salón de actos, despertando a miles de hombres y mujeres jóvenes.
La mayoría eran aún estudiantes, lo suficientemente mayores como para haber manifestado su Runa de Guerra pero demasiado jóvenes para haber desplegado todo su potencial. Sin embargo, todos tenían algo en común: sus Rasgotrazas eran de 5 Estrellas o superiores.
Los más jóvenes fueron los primeros en levantarse. Sus cabezas giraron de izquierda a derecha, asimilando el aterrador tamaño del salón de actos. Era más grande que un campo de fútbol, pero había suficientes humanos como para llenar los huecos perfectamente.