La noticia fue sorprendente, pero Michael la aceptó relativamente rápido. La Maldición del Lobo también estaba enfurecida, tan enfadada como la Serpiente Mundial, si no peor, pero había poco que Michael pudiera hacer para complacerlas. No era como si se sintiera cómodo en este lugar, tampoco.
No obstante, la Serpiente Mundial y la Maldición del Lobo continuaron bombardeando a Michael con emociones y estruendos resonantes. Era... mucho.
Michael intentó ignorar su ira y descartar sus voces, pero eso era más fácil decirlo que hacerlo.
—Si cumples y me ayudas con la Transformación de Maldición, nunca saldremos de este lugar. Por otro lado, si te resistes y haces las cosas más difíciles, es posible que tengamos que quedarnos en este sitio por mucho tiempo —les recordó a sus Maldiciones, quienes se quedaron en silencio casi inmediatamente.
No querían estar aquí ni un minuto más de lo necesario... incluso si eso significaba que tenían que apoyar a Michael.