Un largo y aparentemente interminable pitido sonaba en sus oídos mientras se levantaba. Intentó apoyar su brazo izquierdo contra el suelo para saltar, solo para notar que le faltaba el brazo izquierdo.
Miró hacia abajo a su cuerpo y gruñó con molestia —Parece que tengo que hacer otro viaje al Serafín. La ventaja sobre ellos valió la pena.
La cabeza del Patriarca Blaze dolía más de lo usual, pero lo ignoró y se levantó. Sus ojos se movieron de izquierda a derecha en un intento de ver si alguien más había sobrevivido, pero lo único que pudo ver fue una vasta extensión de… nada. Como un Nivel-6 poderoso, el Patriarca Blaze podía ver lejos, sin embargo, no importaba cuánto pudiera ver, nada era como solía ser. Todo había sido destruido.
—Las Formas de Vida Divinas son tan problemáticas —se burló, recuperando un frasco de vidrio de su almacenaje de Runas de Guerra.
El Patriarca Blaze quitó la tapa del frasco de vidrio con sus dientes, escupió la tapa y tragó el contenido del frasco.
