Michael se alegró de que sus súbditos comenzaran a practicar las técnicas de Soldado del Sol por su cuenta.
Su iniciativa le permitió usar todo su poder militar para luchar contra los enormes Venados Frenéticos, en lugar de dejar a algunos Guerreros atrás para salvaguardar el territorio.
Curiosamente, ningún monstruo había atacado su territorio desde que se levantó la barrera de protección. Era casi como si los monstruos hubieran quedado traumatizados al ver morir a sus congéneres cerca del territorio de Miguel.
Eso era algo bueno, ya que permitía a Miguel estar un poco más tranquilo y no preocuparse de que su territorio fuera arrasado mientras estaba ausente.
Así, reunió a sus fuerzas, terminó unos pocos preparativos para la batalla venidera y ordenó a Blaire que los guiara al claro.
Tal como informó Blaire, pasaron aproximadamente una hora viajando hacia el sur hasta que llegaron a un enorme claro en medio de la Jungla Indomable.