—¿Quién coño eres tú? ¿Por qué te entrometes en mi batalla con el Señor de la Selva Indomada?! —gruñó Jason ferozmente.
Michael levantó una ceja divertido mientras que Hiraku fruncía el ceño profundamente.
—Estaba a punto de confirmar si tu Señor es digno de mi lealtad o si dejaré este lugar una vez completada mi misión.
Hiraku y Michael se miraron y una ligera sonrisa floreció en sus rostros.
—¿Tengo razón al suponer que crees que soy el Señor de la Selva Indomada? —preguntó Hiraku para confirmar su sospecha. Había sido un poco confuso antes, pero ahora estaba claro que Jason Kleora había malinterpretado la situación.
Jason entrecerró los ojos, como diciendo, ¿Duh, obviamente?!
Sin embargo, Hiraku echó un vistazo a Michael. No prestaba mucha atención a Jason. Jason notó eso y también miró a Michael, sus ojos llenos de dudas.
—¿Qué tal si luchamos un poco? —preguntó Michael ligeramente.