Evalynn pensaba que estaba al tanto del potencial y nivel de poder de Michael, pero estaba terriblemente equivocada.
Los tentáculos de extracción que devoraban la Maldición habían sido distintos antes. Eran más fuertes de lo que solían ser. Eran más de lo que solían ser.
«Se sentía justo como cuando uso la niebla», pensó ella.
La ominosa niebla era parte de su ser, pero no lo era. No exactamente, al menos. No era solo su poder. Los tentáculos de extracción al final de la batalla eran justo así.
—¿Has exorcizado la... sin matar... cómo? —preguntó.
Michael creía que estaba equivocado porque no podía escuchar las palabras de su madre. Ella estaba balbuceando y parecía tener dificultad para hablar, y un dolor de cabeza intenso le subía por la nuca.