Evalynn Fang miraba a su hijo con ojos vidriosos.
—Has cambiado.
—Esa no es una forma muy agradable de saludar —respondió Michael.
—No. No es eso lo que quería decir. Tu Maldición. Algo respecto a ella cambió. ¿Y por qué puedo sentir otra presencia dentro de ti?
No era difícil entender de lo que hablaba Evalynn. Sin embargo, Michael no esperaba que los cambios en su Maldición fueran tan fáciles de percibir. Él apenas podía sentir los cambios.
Mientras tanto, Michael sabía que su madre percibiría a la Serpiente Mundial. La Imagen Viviente contenía incontables sellos. No eran accesibles, pero la Imagen Viviente no estaba almacenada profundamente dentro del ser de Miguel. En cambio, se deslizaba por su espalda a su antojo. Michael supuso que su madre podía sentir los sellos de la Serpiente Mundial.