—Qué desastre —michael soltó una risa amarga—. Sus piernas cedieron mientras la última energía abandonaba su cuerpo.
La Horda de Bestias Altas se dividió y se separó. Parecía que su guerra contra el ejército del Corazón del León Ardiente había terminado.
Sin embargo, no se podía decir lo mismo de Michael y su gente.
Los eventos siguientes eran los más importantes, sin embargo, su éxito no dependía de Michael. En cambio, todo dependía de si tiara lograba completar su misión o si fracasaba.