—¡Mierda, mierda, mierda!
Michael no tenía idea de lo que había pasado exactamente en la Región de la Sabana, pero sentía que Liopham y Pheli habían muerto.
—¿Pero qué demonios pasó?
Su muerte fue completamente inesperada y demasiado abrupta como para ignorarla.
Sus Lazos de Lealtad temblaron primero y luego... todo terminó.
Michael fue bombardeado con una avalancha de furia, desesperación y tristeza. El flujo de información lo abrumó, obligando a Michael a sentarse y cerrar los ojos. Los Sellos Malditos dentro de él comenzaron a enfurecer y amenazaron con explotar hacia afuera, pero Michael los forzó a someterse con un comando mental.
Se centró en los Lazos de Lealtad entre los miembros de la Expedición de la Sabana y notó que todos estaban abrumados por sus propias emociones.