—Solo necesitamos su Alma —aclaró Evalynn—. ¡Podemos traerlo de vuelta!
El corazón de Michael dio un vuelco, siguiendo con la mirada el dedo de su madre. Ella señalaba el Llavero de Miniatura de Ataúd que había estado con Michael desde que regresó de la Grieta de Señoría.
Sus ojos se abrieron y tomó el Llavero de Miniatura de Ataúd para inspeccionarlo de cerca.
—¿El Alma de Danny... está almacenada dentro de esto? —preguntó, mientras la ira y el rencor que sentía hacia su madre lentamente se reemplazaban por esperanza.
¿Y qué si odiaba a sus padres? Si había la más mínima posibilidad de recuperar a su hermano, Michael la tomaría. ¡Arriesgaría todo para traer a su hermano de vuelta a la vida!
Sin embargo, algo no cuadraba. No podía sentir nada procedente del Llavero de Miniatura de Ataúd. Michael había experimentado bastante con el llavero, pero nunca descubrió para qué servía. Para entonces, lo había olvidado. Era más un accesorio que un Artefacto útil.