Michael quería aprender a superar la carga que traía la muerte de su pueblo. Para ser precisos, tenía que aprender a asegurarse de que las muertes no degradaran su fortaleza mental y su cordura.
Michael entendía que era demasiado emocional con respecto a las muertes de sus súbditos. Más súbditos iban a morir en el futuro, y que los números aumentarían a medida que la fortaleza de sus enemigos aumentara exponencialmente. Sin embargo, Michael sabía que su instinto siempre lo haría saltar a las ardientes fosas del infierno para rescatar a su gente, incluso si tuvieran un 0.1% de posibilidades de sobrevivir.
Pero no podía salvar a todos sin importar nada. Todos entendían eso, y Michael también tenía que aprender a vivir con este entendimiento.
—Por favor, ayúdame a convertirme en un gran Señor —Michael le pidió a Kraft Viton, su voz desbordante de determinación.
Sabía que podía convertirse en un mejor Señor. Tenía que serlo.