—El madrugador coge la lombriz.
Esta cita describía perfectamente la situación actual. Si al ejército del Señor Kitsun se le hubiera ordenado atacar unos segundos antes, habrían podido evitar el peor escenario posible.
Sin embargo, dado que no se movilizaron para interferir con el ataque de Mika, el poder de la flecha de herencia se manifestó completamente. Destruyó la muralla del sur, mató a miles de Kitsun y dejó heridos a igual número.
Mika fue el madrugador y atrapó la lombriz antes de que los Kitsun pudieran hacer algo al respecto.
Lamentablemente, Mika quedó incapacitado para seguir luchando. Utilizó una de sus pocas flechas de herencia antes de usar hasta la última gota del poder en su cuerpo para matar a tantos enemigos como le fue posible. Por lo tanto, Mika terminó completamente agotado e incapaz de moverse ahora que había alcanzado su objetivo.