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Tiara corría a través del bosque densamente poblado tan rápido como podía. Sus pies la llevaban rápidamente más allá del espeso sotobosque mientras sus ojos se movían de izquierda a derecha para mantenerse al tanto de los alrededores.
Utilizó su Rasgotraza para seguir cambiando su trayectoria sin perder su impulso. Debido a los cambios súbitos en su patrón de movimiento, nadie podía decir exactamente hacia dónde se dirigía.
Esto obligó a los perseguidores detrás de ella a seguir a Tiara, incapaces de alcanzarla.
No había pasado ni una hora completa desde que Miguel decidió que era el momento de cazar a los grupos de Señores en la Grieta de Señoría cuando Tiara terminó siendo cazada por un gran grupo de más de diez Señores.
Era difícil atraparla, pero algunos de los Señores lograron acercarse a ella.
Era solo cuestión de tiempo antes de que llegaran junto a Tiara y la capturaran.
