Sentado en una gran sala con pocos muebles, Michael exudaba una presencia de calma total.
Tomó un sorbo de agua y colocó el vaso sobre la mesa frente a él, su mirada nunca dejaba al hombre de mediana edad frente a él.
Kilian Whira se sentaba enfrente de Michael, su espalda empapada y sus palmas sudorosas.
No importaba cómo lo mirara, el comportamiento y la presencia de Michael habían cambiado drásticamente en unos pocos meses.
—¿No fue satisfactorio el precio que di por los Artefactos? ¿Debería haber sido un poco más indulgente con él? ¿Por qué su mirada es tan aterradora? —se preguntaba Kilian, sabiendo que nunca recibiría una respuesta a sus preguntas.
Estaba preocupado de que el Proyecto de Agricultura se ralentizara ahora que Michael no estaba dispuesto a enviar más planos de los exigidos en su contrato exclusivo. Poco a poco, Kilian se dio cuenta de que la situación había cambiado.
Habían perdido su ventaja.