En la floreciente Jungla Indomable, donde la armoniosa melodía de los pájaros cantando, las hojas susurrantes y los lejanos llamados de monstruos deberían ser omnipresentes, una ominosa amenaza se ocultaba en las sombras.
Sin que lo supieran los Invasores de la inquietante Jungla Indomable, el caos estaba a punto de desatarse —y de manera bastante literal.
La atmósfera estaba cargada de tensión y anticipación mientras un silencio ensordecedor caía sobre la Jungla Indomable.
Lentamente pero con firmeza, los 13 Paladines —completamente revestidos en su Aura Sagrada, sus armas desenvainadas y listas para la batalla— avanzaban a través del oscuro sotobosque de la Jungla Indomable, intentando abrirse camino a través del denso entorno de la Jungla Indomable. Ignoraron la tormenta a su alrededor y se mantuvieron completamente alerta para actuar en el momento en que sintieran la presencia de un oponente.